Se encuentra en medio de un imponente paisaje como son las Bardenas Reales de Navarra. Es un edificio pensado para admirar el exterior.
Se trata de un hotel creado por los arquitectos Emiliano López y Mónica Rivera, un hotel de cuatro estrellas ubicado en un campo de trigo a 3km de Tudela (Navarra). Se desarrolla en una planta baja que cuenta con 22 habitaciones y 13 de las cuales disponen de un jardín privado.
Se presenta como una construcción ligera y desmontable. Desde el exterior, el edificio no busca destacar, sino camuflarse en el entorno con cajas que habitualmente son utilizadas para recolectar y transportar verduras, estas cajas rodean el edificio formando la fachada principal del hotel. Se utilizan como cerramientos y rompevientos.
En cuanto al interior hay un patio central lleno de chopos con piscina y todas las construcciones se encuentran alrededor de el incluyendo así las zonas comunes.
El edificio se compone por una serie de estructuras sencillas, monocromáticas y cúbicas. Están dispersas por el entorno dejando así un espacio abierto.
Para ampliar la relación entre interior y exterior crearon estos lugares ventana.
Hace un par de años hicieron una ampliación en el hotel un tanto característica. Crearon unas burbujas efímeras dispuestas en una hilera a lo largo de un camino de hormigón.
Las burbujas tienen menos de cinco metros de diámetro son estructuras inflables construidas con aluminio rígido y plástico reforzado. Tiene una pequeña habitación y un baño, los juegos de transparencia de las burbujas sirven para contemplar el árido paisaje y sobre todo las estrellas.
¡Espero que tengáis ganas de visitarlo!
Aroa
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